Una tarea aburrida

En el colegio, he observado que un gran número de niños asocian ciertas actividades intelectuales, como pensar o leer, con el tedio. Esto solo se debe a que los adultos que les rodean no han logrado transmitir el valor, la utilidad y el carácter lúdico que pueden llegar a tener estos procesos cognitivos. El experimento conocido como "la tarea aburrida" (1959), que realizó el investigador estadounidense Leon Festinger analiza la influencia externa sobre la percepción de la tarea. Sus conclusiones me sirven para argumentar la idea creactiva del capítulo "Castigado a pensar".


Festinger diseñó una tarea monótona, consistente en girar unas clavijas una y otra vez, o cambiar piezas de un tablero a otro. El objetivo era generar en los sujetos una actitud extremadamente negativa hacia la acción. Una vez terminada, les pedía que pasarán a formar parte del equipo de investigación, aunque en realidad esto también era parte del experimento. Alegando la ausencia de un ayudante habitual, que se encargaba de ello, les instaban a animar al sujeto que estaba esperando para entrar a hacer el experimento (en realidad un actor), diciéndole que la tarea que iba a realizar era interesante. Se hicieron dos grupos: los miembros del grupo uno recibieron 20 dólares (una cantidad considerable para la época); los del grupo dos, solo un dólar (poco más que una propina).

Unos días después, Festinger preguntó a todos los sujetos qué les había parecido la tarea. Los del grupo uno insistieron en su primera impresión: había sido muy aburrida. Los del grupo dos valoraron la tarea como "entretenida".

La interpretación de Festinger fue que los estudiantes que recibieron la suma más alta de dinero consideraron que se les pagaba por mentir y manipular, ya que la tarea era aburrida. Sin embargo, el grupo que recibió el dolar alteró su creencia original. Desde su punto de vista, el equipo de investigación consideraba que la tarea no estaba mal, por eso no tenía que pagar demasiado para que colaborasen. Se convencieron de que la tarea era amena y achacaron su primera impresión a una mala comprensión de la misma, que posiblemente fuera exclusivamente personal. 

 

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