¡Obedece la orden!

El primer capítulo del libro describe el proceso de formación de la personalidad. Éste es un aspecto de la educación al que se le otorga gran importancia, ¿te has preguntado alguna vez por qué? Deja que te hable sobre un estudio que, personalmente, me impactó tanto que convirtió el desarrollo de la personalidad en una de mis prioridades como docente.

Todo surge a partir de la inquietud de Standley Milgram. Después de los horrores de la II Guerra Mundial, este psicólogo neoyorquino quería entender cómo gente normal puede participar en actos de crueldad extrema (como el Holocausto orquestado por los nazis).

Milgram organizó experimentos ficticios para estudiar la memoria. Los voluntarios pensaban que le tenían que suministrar descargas eléctricas a sus compañeros cada vez que olvidaban algo. En realidad todo era falso: la máquina no daba corriente y el compañero era un actor, que gritaba simulando recibir las descargas.


¿LA GENTE NORMAL DARÍA DESCARGAS LETALES A UNA PERSONA INOCENTE?

Un científico con bata gris indicaba la intensidad de la descarga. Una de las palancas indicaba "descarga letal". El 65 % de los participantes en el estudio aplicó lo que creía una "descarga letal", solo porque obedecían la orden de un científico.

Los estudios de Milgram concluyeron que: el desapego por la víctima, la autoridad de la persona que ordena y la presencia de otros en la sala que obedecen; crean el clima ideal para que se cumpla cualquier orden, y que solo los sujetos con una personalidad más definida son capaces de mantener su integridad ante la influencia del entorno.

Reproducción del experimento en la actualidad, 
¿se alcanzarán los mismos resultados que obtuvo Milgram en 1963?



 

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